Desastres ¿naturales?

Luego de haber vivido en nuestro país un río atmosférico que no sólo provocó lluvias e inundaciones; luego de haber tenido un verano nuevamente intenso en incendios forestales, o de haber vivido los incendios de navidad el año recién pasado en Viña del Mar, espero que dejemos de hablar de desastres naturales ya que no son naturales.

Sin lugar a dudas, el fenómeno natural existe –aluviones, terremotos, etc.- pero un asunto muy distinto son la prevención, preparación y respuesta que damos a estos eventos. Es evidente que el cambio climático ha generado efectos que son innegables, empero, es la expansión de nuestras ciudades, las conductas de sus habitantes y la inoperancia de nuestras autoridades las que nos han llevado a exponernos cada vez más a estos riesgos.

Por lo anterior, es que necesitamos desarrollar investigación en estos temas, crear conciencia en la ciudadanía, efectuar planificación adecuada, mejorar nuestras respuestas y que autoridades nacionales, regionales o locales cumplan efectivamente su labor y no se inhiban por temor a perder votos en la próxima elección.

Nuestro país estableció a partir de la publicación de la Ley N° 21.364(1) el Sistema Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres (SINAPRED) sin embargo, por eficaz y eficiente que pueda ser el nuevo organismo, por buena que pueda ser la coordinación que desarrolle con Bomberos, Conaf, etc., la labor será insuficiente si acaso la ciudadanía no comprende los riesgos a los que se expone y mucho menos si las autoridades políticas no asumen su responsabilidad en estas materias, sea por vía de planes reguladores, en el caso de las municipalidades; sea por los gobernadores regionales, que por motivos de asegurar una próxima elección pueden verse tentados a acceder o avalar acciones que pueden ser riesgosas, como la instalación de asentamientos humanos en terrenos peligrosos o no aptos para ello, baste recordar que el artículo 19 número 1° de nuestra Constitución Política de la República asegura, en su inciso primero "El derecho a la vida y a la integridad física y psíquica de la persona." esto a vía ejemplar, por cuanto existe numerosa normativa distribuida en nuestro ordenamiento jurídico que establece dichas obligaciones

Adicionalmente, un elemento a integrar debe ser el de la fiscalización política que es posible, a través de la Cámara de Diputados u órganos como la Contraloría General de la República y si lo anterior no sirve, pueden, en algunos casos, los mismos ciudadanos u organizaciones civiles iniciar acciones en estas materias, todo con miras a estar mejor preparados para enfrentar estos fenómenos que existen desde antes que llegáramos nosotros acá y que seguirán por mucho más, por lo que debemos aprender a convivir con ellos.

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1) Publicada en el Diario Oficial el 07 de agosto de 2021 https://drive.google.com/file/d/1vwPXbzLlbkEcd5XAB95WwbRL_WNe-IG7/view?usp=sharing